El escenario mostró una pantalla gigante de leds que dejó ver hasta las gotas de sudor del mexicano, aunque se evidenció claramente
un error de sonido durante algunos minutos.
“Buenas noches, Rosario”, saludó ayer Luis Miguel cuando ya habían sonado sus tres primeros temas y en medio de un
ensordecedor griterío. La sola frase bastó para que la cancha de Newell’s explotara de pasión. Su sonrisa blanca y
su traje impecable provocaron el delirio de miles de fans que no pararon de gritarle declaraciones de amor y
propuestas indecentes, algunas irreproducibles. Fue el comienzo de un show sin fisuras y que seguramente, en
tiempo de bolero, será “inolvidable”.
“Te propongo” fue el tema que abrió el concierto. Todo estaba preparado para que la noche invitara a soñar y disfrutar.
Y Luis Miguel estaba dispuesto a lo mejor, una vez más.
Cuando parecía que la seducción era desbordante comenzó “Suave”. Y un ritual de miles de voces hacía un coro tan
imperfecto como emotivo. La voz de Luismi sonaba impecable. El paso del tiempo es una zona inexistente en su garganta.
El público seguía extasiado con ese clásico hasta que arrancó “Dicen que la distancia es el olvido” y el “aaaahh”
sonó interminable. Es que “La barca” es irresistible y él lo sabe tanto como ellas.
“Come fly with me” sorprendió. Fue el momento en que Luis Miguel se atrevió a hacer un dueto con Frank Sinatra,
quien lució mejor que nunca en la pantalla de video. El romanticismo tomó vuelo. Se sucedieron “O tú o ninguna”,
“Entrégate” y “La incondicional”. Luego de un receso hubo tiempo para un Luis Miguel con otro look y la presentación
de nuevas canciones. Desfilaron “No existen límites” y “Mujer de fuego”, quizá no tan conocidas para la mayoría
del público pero igualmente ovacionadas. Tanto como el tango que pidió pista al final de la puesta.
El cierre llegó con todo. “Decídete”, “Ahora te puedes marchar” y el show coreográfico de la multitud con “Cuando
calienta el sol” renovó el agite. “Labios de miel” marcó el final. Luis Miguel pasó por Rosario, su voz tiene pasaporte
eterno.
